Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes semana XXVI del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Lecturas: Lc 9, 51-56.
Es sorprendente la actitud de Jesús.
Estamos habituados a sentir al Señor como aquel que todo lo perdona. Tan habituados que no caemos en la cuenta de cómo es Jesús.
Podemos hacer hoy un pequeño ejercicio: ¿cómo nos sentimos ante un rechazo de nuestra persona? En el trabajo, en el barrio, en la familia… ¿Cómo nos sentiríamos si en un pueblo, en una cafetería, en una oficina… nos rechazan?
Solo en la medida en que sintamos nuestros sentimientos es como podemos admirar y contemplar a Jesús. Es admirable que frente a un rechazo, el Señor reaccione perdonando e invitando a perdonar.
Hoy podemos contemplar así a Jesús: el hombre, el Dios, que por encima de todo, hasta de su propia estima y su orgullo, es capaz de perdonar. Pidamos «ser de su espíritu».
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco