Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo semana XXXIII del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Lecturas: Mt 25, 14-30.
Esta narración del Señor nos sitúa hasta que punto nos entregamos, y si damos los dones que Dios nos ha concedido. El siervo holgazán es rechazado no por no producir, sino porque no ha trabajado.
Pero también nos sitúa ante quién es Jesús: el Señor es el siervo de quién se ha fiado el amo, a quien le ha dado muchos dones, y que allí donde los ha dado ha recogido mucho más.
Hoy podemos leer este relato evangélico, visualizarlo, y descubrir en uno de los siervos trabajadores el retrato de Jesús.
Podemos también pedir: pedir gracia para saber entregar esos dones.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco