Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves semana XXXIII del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Lecturas: Lc 19, 41-44.
Jesús cuando ve como su mensaje no ha sido recibido, y hacia donde se encamina la comunidad humana que rechaza su mensaje, llora.
El Señor ha predicado, ha realizado milagros, ha enseñado, ha mostrado el rostro del Padre, y se encuentra con que las personas a quienes ha sido enviado le rechazan.
Y Él se conmueve porque ve hacia conduce esa crispación que manifiesta y vive su pueblo.
Jesús que llora porque no es recibido, y ve que los caminos por divide transita el ser humano de su tiempo le lleva a la muerte.
Podemos hoy contemplar al leer ese pasaje evangelico esa tremenda humanidad de nuestro Dios. Sentir que nos quiere, y pedirle responder con amor.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco