Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Sábado. Feria de Navidad. Ciclo B
Solemnidad de la Epifanía del Señor
Lecturas: Mt 2, 1-12.
Es una lectura entrañable.
Más allá del montaje de regalos, y, creo yo, a veces de las cursis y tontas sentencias sobre la ilusión y la felicidad (cosa que ocurre con toda la Navidad, infantilizandola), la festividad de hoy es «especial».
Hoy Jesús se revela como Dios para todo ser humano: su salvación, la plenitud para toda la humanidad, para toda la creación, hoy se revela en esta lectura evangélica. Dios es para todos, aunque muchas veces, como los magos de oriente, nos equivoquemos, y vayamos al lugar no indicado.
Sin embargo, Dios se deja encontrar por todo aquel que le busque. En mitad de la oscuridad, cuántas veces caminamos en la falta de luz, Dios nos envía su estrella, su señal.
Podemos hoy leer este pasaje evangélico, imaginar que cada uno de nosotros somos uno de los magos, y pedir a Dios gracia para buscarle.
Estemos con Él.