Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes I del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mc 1, 21-28.
El Evangelio de Marcos, el más primitivo, es muy parco con los detalles, pero tiene una fuerte expresividad: en pocas palabras, dice mucho.
Hoy nos dice que el Señor habla con autoridad, no se somete al poder del mal, sino que actúa sanando y salvando, expulsando el poder del maligno. Y, además, se pone a favor del.mas oprimido. Jesús nos revela a un Dios salvador.
Podemos hoy leer despacio este texto evangélico, visualizarlo, y contemplar a este Jesús, Dios hecho hombre, que tiene una gran misión: salvar y liberar al ser humano. Saboreemos este Evangelio.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco