Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Sábado II del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mc 3, 20-21.
A pesar de su aparente éxito, Jesús tiene que aguantar muchos cotilleos, o difamaciones, provenientes de los que le detestan: «no estaba en sus cabales», y hasta su familia viene por él.
Hoy podemos contemplar así al Señor: cala hondo en mucha gente, pero también muchos le rechazan. Él va a seguir siendo fiel al Padre, al margen de la aceptación y comprensión por parte de los que le escuchan y ven.
Jesús, el hombre siempre fiel.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco