Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Miércoles de Ceniza, inicio del Tiempo de Cuaresma.
Lecturas: Mt 6, 1-6. 16-18.
Me gusta esa frase que repite Jesús en este texto evangélico, reflejo de lo que vive Él mismo: «tu Padre que ve en lo escondido».
El Señor Jesús hoy se da a conocer como quién siente intensamente al Padre presente en la vida. Es admirable ese sentimiento de unión de Jesús con el Padre. Dios «en lo escondido», en lo que no se ve.
Y a la vez, Jesús no se apropia del Padre, sino que repite «tu» o «vuestro»: es decir, vive al Padre como Padre de todos. Un Dios que es Padre no sólo porque sea el origen y fuente de la vida, sino porque ama intensamente. Así lo vive Jesús.
Hoy, al comenzar la Cuaresma, podemos contemplar así a Jesús: es Él quien siente intensamente la presencia del Padre, que ama a sus hijos. Tal vez la conversión sea el volver a sentir ese gran amor.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco