Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves después de Ceniza.
Lecturas: Lc 9, 22-25.
Para mí es estremecedor este pasaje evangélico.
Jesús tiene plena conciencia de su tarea en este mundo: la plena y total entrega. Su tarea es la misma de aquellos que le desean seguir: vivir y ser como Él.
Es un Evangelio para leer despacio. Leer y releer. Solo desde el desear estar unidos con Él es como lo podemos entender o vivir. Y solo desde contemplar al Maestro viviendo su entrega radical podemos ser discípulos suyos.
Hoy podemos imaginar y visualizar al Señor mirándonos, sintiendo que nos dice esas palabras, y viviendo la invitación a ser discípulos suyos. Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco