Tercer Domingo de Cuaresma

III Domingo de Cuaresma (3 de marzo)
Ex 20, 1-17. La ley se dio por medio de Moisés.
Sal 18. R. Señor, tú tienes palabras de vida eterna.
1 Cor 1, 22-25. Predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los hombres; pero para los llamados es sabiduría de Dios.
Jn 2, 13-25. Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.

No hagamos ídolos de nada ni con nadie, basta acercarnos a Dios reconociendo nuestra pequeñez y sabiendo que solo él tiene palabras de vida eterna. Dios quiere que nos acerquemos a él como el eterno y el que siempre está en este Cristo crucificado que es fuerza y sabiduría de Dios. Jesucristo es un templo para nosotros, el nuevo templo de un culto nuevo, perfecto y definitivo. Su cuerpo entregado en la cruz nos muestra el amor de Dios, y todo nuestro culto y nuestra piedad se centran en él, en su presencia resucitada.


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