Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Miércoles de la semana IV de Cuaresma. Ciclo B.
Lecturas: Jn 7, 17-30.
Jesús en este «discurso» se revela muy unido a Dios: es su Hijo, con un intenso amor, que da vida como el Padre, en íntima comunión con Él, haciendo la voluntad del Padre, que es la suya.
En este texto encontramos una intensa unión del Hijo con el Padre, tanto que aceptar a uno o al otro es lo mismo, es aceptar la vida. Hoy podemos oír de labios de Jesús esas palabras, y contemplar esta intensa unión, o comunión, entre ellos, y pedirle irnos metiendo en ese misterio de unión íntima de amor.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco