La Iglesia celebra la Semana Santa. Conmemora los acontecimientos de la pasión, muerte, sepultura y resurrección de Cristo, que constituyen el misterio pascual, el centro de la vida del Señor.
La Semana Santa es el paso de la tristeza al gozo. Son días de vivir con sobriedad la pasión y la muerte de Jesús para luego celebrar, rebosantes de alegría, la gloria de la resurrección.
Este camino a la Pascua también se hace visible en las celebraciones de la Iglesia. La sobriedad de los templos durante el Triduo. La Vigilia pascual, celebración del tránsito de Cristo, de su Muerte a su Resurrección. Y abandonamos la oscuridad para celebrar la gloria del Domingo de Resurrección, para evidenciar que Cristo es la luz del mundo.
«Su amor lo llevó a sacrificarse por nosotros, a cargar sobre sí todo nuestro mal. Esto nos deja con la boca abierta: Dios nos salvó dejando que nuestro mal se ensañase con Él. Sin defenderse, sólo con la humildad, la paciencia y la obediencia del siervo, simplemente con la fuerza del amor. Y el Padre sostuvo el servicio de Jesús, no destruyó el mal que se abatía sobre Él, sino que lo sostuvo en su sufrimiento, para que sólo el bien venciera nuestro mal, para que fuese superado completamente por el amor. Hasta el final». (Papa Francisco)
1. Preguntas y respuestas
2. Domingo de Ramos en la Pasión del Señor
3. Jueves Santo en la Cena del Señor
4. Viernes Santo, la celebración de la Pasión del Señor
5. Sábado Santo, esperanza junto a María
6. Vigilia Pascual en la noche santa
7. Domingo de Resurrección: el día de Pascua
8. Otras presencias en la Semana Santa
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