Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Viernes de la semana V de Cuaresma. Ciclo B.
Lecturas: Jn 10, 32-46.
Hoy está palabra revela a Jesús como Hijo de Dios, unido profundamente al Padre, por su palabra, pero también por su actuar.
El final del texto ratifica esta realidad: aquello que dijo el Bautista es cierto en este hombre.
Hoy podemos leer este texto, complejo y poco fácil, y contemplar así a Jesús: el hombre unido íntima e intensamente al Padre, tanto que es su Hijo, y cuyas palabras y obras están fuertemente unidas.
Estemos con Jesús.
José Luis, vuestro Párroco