Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes de la III semana de Pascua (Ciclo B).
Lecturas: Jn 6, 30-35.
Ante la pregunta directa y dura de la gente, Jesús va a revelarse de una forma muy clara: todo depende de mi Padre. No ha sido Moisés, ni los líderes del pueblo quienes han sacado a la gente adelante, sino Dios. Jesús deja claro que todo depende del Padre…
A la vez, también se revela como el pan de vida: es el aliento de Dios que da vida al mundo.
Vivir unidos a Él, comer de ese pan, es tener vida. Nos hace falta vivir así, unidos con Él. Solo así podemos tener vida.
José Luis, vuestro Párroco