Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes de la IV semana de Pascua (Ciclo B).
Lecturas: Jn 10, 22-30.
Un texto para contemplar.
Juan presenta a un Jesús muy humano: era invierno, y Jesús paseaba por… El evangelista desea presentar al Señor como uno de nosotros, paseando, huyendo del frío, buscando el calor en un pórtico.
En este contexto tan humano, Jesús se revela muy unido al Padre, tanto que ambos son uno. Y vuelve a repetir: mis ovejas me conocen, y yo a ellas.
El actuar de Jesús, sus obras, dan testimonio de lo intensa que es la comunión con el Padre. Una íntima comunión.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco