Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Miércoles de la V semana de Pascua (Ciclo B).
Lecturas: Jn 15, 9-11.
Es estremecedor este Evangelio.
En primer lugar la intensa comunión del Señor con el Padre.
En segundo, el deseo fuerte de esa comunión de Jesús con sus discípulos. Solo esa comunión puede llevarnos a la plena alegria, a la plena vida.
Hoy podemos visualizar al Señor, escuchando de sus labios estas palabras, y descubriendo un día más su unión con el Padre, y su gran deseo a que participemos de ese amor.
Dejemos que estos sentimientos nos calen hondo.
José Luis, vuestro Párroco