Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Sábado de la V semana de Pascua (Ciclo B).
Lecturas: Jn 15, 18-21.
Si hasta ahora Jesús se ha identificado con el Padre, hoy se identifica con sus discípulos, y nos invita a identificarnos con Él.
En este pasaje, como en gran parte del Evangelio de Juan, el mundo se identifica con aquello que se opone a Dios, que se opone a la bondad y al amor. Por ello indica Jesús que «el mundo le odia». Igual que a sus discípulos. Porque son elegidos por Jesús.
El mal es incapaz de sentirse amado por Dios: no le conoce. Jesús y sus discípulos se sienten amados por el Padre.
Hoy Jesús nos invita a identificarnos con Él, aunque ello nos atraiga dificultades y problemas, como los tuvo Él. También nos invita a sentir que el Padre nos ama: Él «nos conoce», como conoce a Jesús.
Por eso, en mitad de los problemas y dificultades, vivamos sabiendo que Dios nos ama intensamente, como a Jesus.
José Luis, vuestro Párroco