Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo de la VII semana de Pascua (Ciclo B).
Solemnidad de la Ascensión del Señor.
Lecturas: Mc 16, 15-20.
Jesús es el primero que anuncia el Evangelio, un Mensaje de salvación. Los símbolos utilizados expresan esta realidad: expulsar demonios, curar enfermos…
El ha vivido así: lleva vida a su alrededor. Aunque ello supone un continuo abajamiento: el Señor toma como opción fundamental servir, darse, entregarse totalmente. Hasta la muerte.
El Padre eleva al Hijo, mostrando así que su vida vale la pena. Válida la forma de ser del Señor.
La Ascensión nos muestra esa validación, esa glorificación de Jesús por parte del Padre: le eleva a lo mas alto, mostrando que el estilo de Jesús tiene profundo sentido. Y a la vez lo señala como Dios: está a la derecha del Padre, es de igual categoría a Él.
Hoy podemos contemplar así al Señor: glorificado e indicando que vale la penar vivir y ser como Él.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco