Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo de la IX semana del Tiempo Ordinario (Ciclo B).
Domingo de la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo.
Lecturas: Mc 14, 12-16. 22-26.
Es un relato para leer y contemplar, saborear y dejarse tocar por los sentimientos que brotan del texto.
Nos encontramos con una pregunta, ¿dónde…?, ¿Dónde nos encontramos con el Señor?
La respuesta es la casa y la cena. Jesús desea celebrar en la intimidad, en la cena, con todo lo que signfica el hogar y la mesa compartida, el amor que siente por sus discípulos.
En ese ambiente de cariño, elige dos símbolos, resumen de toda su vida: el pan partido y la copa compartida. Él es como el pan que se parte y se reparte para dar vida, y como la copa que se reparte, la vida entregada y repartida. Por eso elige esos símbolos. Y nos anima a ser como Él, a identificarnos con Él.
Su presencia en el pan nos puede conducir a la vida para vivir como Él, y también a descubrirle en tantas personas que son pan partido para los demás, presencia auténtica del Maestro.
Leamos el texto, y estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco