Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo de la XI semana del Tiempo Ordinario (Ciclo B).
Lecturas: Mc 4, 26-34.
Un texto, para mí, difícil para predicar.
Leyendo despacio podemos hoy descubrir como se nos revela Jesús.
Jesús se revela hoy como el hombre que duerme confiado en Dios. Sabe que el Señor va a actuar. Con poner nuestra vida en las manos del Padre… Él va actuar…pero es tan difícil. Jesús si la pone.
Jesús propone como es el Reino: un arbusto donde anidan los pájaros del aire. Pájaros sin condiciones: todo tipo de aves…Jesús manifiesta que Él y el Padre son para todos.
Hoy así se revela el Señor: es el hombre que confía en el Padre, y que no pone fronteras a aquel que le busque, sea de la raza y quehacer que sea. Nadie está excluido para Dios.
Podemos oír estás palabras de la boca de Jesús, y pedirle que a ejemplo suyo confiemos en el Padre, siendo mano abierta para los demás.
José Luis, vuestro Párroco