Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo de la XIII semana del Tiempo Ordinario (Ciclo B).
Lecturas: Mc 5, 21-43.
Es sorprendente la imagen revelada del Señor en este Evangelio.
Según avanzamos en la lectura contemplativa de este texto, podemos descubrir al Señor como alguien muy encarnado y presente en la vida, entre la gente, abierto a quien le busca, disponible, sensible, intuitivo, sanador, preocupado por los demás, esperanzado, entregado. Dios de la vida.
Hoy os propongo leer despacio este texto, saborearlo, visualizarlo, y admirar como se comporta el Señor. No tanto definir, sino admirar a Jesús.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco