Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo de la XIV semana del Tiempo Ordinario (Ciclo B).
Lecturas: Mc 6, 1-6.
Hoy Jesús se nos revela inmerso en su pueblo, entre su gente, en sus costumbres. Así, va a la sinagoga el sabado, el día del encuentro de la comunidad.
Allí, Él pide lo que Él mismo tiene: fe. Es el hombre de fe, de confianza en el Padre. Y es lo que pide.
Ante la falta de ella, no rompe la libertad de sus paisanos, pero busca a aquellos que confían en Él, sigue buscando y actúa en aquellos que tienen fe.
Hoy Jesús nos invita a contemplarle como el hombre de fe en el Padre, y a suplicarle que nos aumente la fe, la capacidad para encontrarle en lo cotidiano.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco