Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes de la XIV semana del Tiempo Ordinario (Ciclo B).
Lecturas: Mt 9, 32-38.
Jesús hoy se nos da a conocer cómo el Pastor auténtico, aunque no diga como en el Evangelio de Juan: «Yo soy el buen pastor».
Hoy se nos presenta al Señor salvando a un hombre mudo, enseñando y curando. Pero, fundamentalmente, se nos revela con un corazón compasivo. Un corazón que siente cariño y amor por aquellos que caminan «perdidos», desamparados.
Y también se nos revela como el hombre orante: «pedid». Jesús es el hombre orante que confía en el Padre.
Leamos este pasaje evangélico, y estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco