Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes de la XVII semana del Tiempo Ordinario (Ciclo B).
Lecturas: Mt 13, 36-43.
Me gustaría fijarme en algunos detalles secundarios que nos llevan a contemplar al Señor.
Los discípulos le preguntan cuando están a solas, «en la casa». Hay aquí una doble intención: Jesus desea cuidar la intimidad con los discípulos, y en «la casa», en la familia, entre los cercanos. Dios se revela hoy como un Dios que desea intimidad con los suyos.
En este ambiente de confianza, los discípulos «se atreven» a preguntar. El Señor acoge esas preguntas y cuestiones, se muestra cercano y comprensivo.
Hoy podemos contemplar allí a Jesús. Contemplar e imaginar ese deseo: Jesús entre sus discipulos, compartiendo la vida.
José Luis, vuestro Párroco