Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Sábado de la XXV semana del Tiempo Ordinario (Ciclo B).
Lecturas: Lc 9, 43-45.
Es curioso que el Señor plantee su propio fracaso en mitad de la admiración general.
Hoy el Evangelio nos plantea antes que nada la «admiración general», el triunfo de Jesús. Justamente en ella, plantea sólo a sus discípulos su entrega hasta la muerte, su fracaso: va a ser entregado. El Señor » pasa» por encima de la admiración y la aclamación, y vuelve a mostrar lo que importa: su entrega sin límites, entrega por amor.
Hoy podemos contemplar así al Maestro: por encima de la victoria, o la vanagloria, está la entrega por amor, por ser fiel al Padre.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco