Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves de la XXVII semana del Tiempo Ordinario (Ciclo B).
Lecturas: Lc 11, 5-13.
El Señor Jesús hoy se nos revela como la persona orante y confiada, perseverante y fiel.
¿Qué experiencia del Maestro podemos encontrar hoy en este texto?
Lo primero es que se muestra como Maestro. Un Maestro muy especial, con autoridad dado que enseña con su vida, no solo con palabras.
Los segundo es que insiste en la perseverancia y constancia. Cuando hoy en día esas capacidades parecen que «sobran», o están de más, el Señor insiste en ello. Nuestro orgullo y la mentalidad reinante parece que nos invitan a no insistir: si no quiere, si es que no… Y sin embargo Jesús nos llama a la perseverancia, a insistir. Él así lo vive.
Y lo tercero, se nos llama a la confianza, a poner de forma confiada nuestra vida e inquietudes en las manos del Padre. Jesús se pone en sus manos siempre, aunque no comprenda.
Solo podremos vivir así en la medida en que un día, otro día, otro día, pongamos nuestro ser en las manos amorosas del Padre. Como Jesús.
José Luis, vuestro Párroco