Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo de la XXVIII semana del Tiempo Ordinario (Ciclo B).
Lecturas: Mc 10, 17-30.
Hoy Jesús se nos revela en este encuentro de forma admirable.
Creo que hay dos grandes mensajes por parte de nuestro Dios, donde Él mismo se da a conocer.
Jesús antes de responder al hombre rico, nos cuenta el Evangelista, le mira con cariño, y le ama. Dios antes de que le respondamos si o no, nos ama, nos quiere. Igual que Jesús a esa persona.
Ante el asombro de los discípulos, «¿quién se puede salvar, si ni tan siquiera los ricos lo pueden hacer, pudiendo dar limosnas?», Jesús revela: la vida plena no es una conquista vuestra, es un don de Dios.
Hoy Jesús se da a conocer cómo el Dios que ama primero, y que nos puede conceder la vida. Por puro amor.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco