Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Miércoles de la XXVIII semana del Tiempo Ordinario (Ciclo B).
Lecturas: Lc 11, 42-46.
Un texto muy complicado. Al menos para mí.
Sin embargo, leyendo despacio podemos ver a quien se dirige Jesús: justamente a aquellos que son lo totalmente contrarios a Él.
El Señor les critica porque Él vive como prioritario el derecho y la justicia, el amor de Dios, la autenticidad.
Él no busca reverencias, ni cargar a los demás con agobios, sino que se presenta de forma sencilla, liberadora, pacificadora.
Podemos hoy leer este texto, ver cómo es Jesús, y estar con Él.
José Luis, vuestro Párroco