Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes de la XXXII semana del Tiempo Ordinario (Ciclo B)
Lecturas: Lc 17, 7-10
Me conmueve profundamente lo que revela este texto evangélico: el Señor Jesús se siente siervo del Padre, tan solo hace lo que debe hacer.
Pero también se siente siervo confiado: sabe que el Padre le ama intensamente, y se siente reconocido por Él. Se pondrá a la mesa con Él.
A ambas vivencias hoy nos invita el Maestro: a servir de forma confiada.
Leamos este Evangelio, y estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco