Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Viernes de la XXXIII semana del Tiempo Ordinario (Ciclo B)
Lecturas: Lc 19, 45-48.
Jesús se identifica con Dios: «mi casa».
Para el judaísmo del tiempo del Señor, esto es blasfemo, inaceptable. Ahora bien, Jesús se identifica con Dios, y a pesar de la oposición de la autoridad, «sigue enseñando en el templo», en su casa. Tiene autoridad. Es Él.
Hoy podemos contemplar así al Maestro: Jesús que se muestra como Dios y como Señor, como el «dueño» del templo, de su casa, con autoridad.
Admiremos hoy al Señor. Y estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco