Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Lunes de la semana XXXIV del Tiempo Ordinario (Ciclo B)
Lecturas: Lc 21, 1-4.
Creo que hoy San Lucas nos vuelve a llamar a caer en la cuenta de cómo es la mirada de Jesús.
Este texto evangélico lo podemos leer desde el punto de vista de como actúa la viuda y como actúan los que echan de lo que les sobra. El Señor acoge a aquellos que dan de lo que son, o se dan a si mismos.
Pero también podemos encontrar como se revela el Señor: Jesús mira al corazón. Las acciones de cada uno revelan lo que se encuentra en su interior. Jesús es capaz de mirar lo más adentro del ser humano, y valorar a quien realmente se da a si mismo. ¿Cómo hoy nos mira a cada uno el Señor? Porque Él ve nuestro corazón. Y lo ve no para juzgar sino para salvar.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco