Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Lunes II del Tiempo de Adviento. Ciclo C.
Lecturas: Lc 5, 17-26.
El relato de hoy me parece increíble: unos que van con un paralítico, y no pudiendo entrar por la ruta «normal», se meten por el tejado… ¡ con un paralitico ! Hasta tienen que romper el tejado.
Si fuera difícil entrar entre la gente, me imagino, mucho más debe ser entrar por la azotea cargando con alguien. Creo que el Evangelista desea dar el máximo nivel de drama al acontecimiento: la fe de los que buscan la curacion del paralítico, igual que él mismo (aunque no dice nada)
Se mueven movidos por la fe ante unos corazones endurecidos, incapaces de manifestar misericordia.
Jesús hoy se nos muestra cercano, enseñando, compadeciéndose, enseñando, salvando. Va mucho más allá de lo meramente aparente.
Podemos leer hoy este pasaje Evangélico, visualizarlo, y fijarnos en Jesús: el Dios de la compasión.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco