Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Lunes III del Tiempo de Adviento. Ciclo C.
Lecturas: Mt 21, 23-27.
Un Evangelio, a mí parecer, extraño. ¿Qué nos querrá revelar el Señor?
Jesús sigue hablando de Juan Bautista. Un hombre muy peculiar, con un fuerte mensaje de esperanza, de invitación a prepararnos para el encuentro con el Mesías.
Jesús reconoce a este hombre, no se deja manipular por los escribas y fariseos, y sigue respetando a Juan y su tarea y misión.
Hoy podemos contemplar así a Jesús: el hombre que sabe reconocer la grandeza de Juan, un enviado, y no se deja manejar por otros.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco