Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Sábado III del Tiempo de Adviento. Ciclo C.
Lecturas: Lc 1, 39-45.
Es enternecedor ver a las dos mujeres embarazadas dándose un fuerte abrazo. Seguramente fue lo que ocurrió. Sería realmente admirable hoy visualizar este momento. Visualizarlo y oír como hablan.
El Dios que hoy se nos revela a través de este abrazo es increíble: Dios presente en la creatura, disponible para ayudar, y tan presente en estás mujeres, que reconocen inmediatamente la presencia divina en ellas.
Isabel reconoce esa Presencia, y alaba a María que «cree» a Dios.
Hoy podemos, repito, contemplar este abrazo, y pedir al Señor la gracia de saber reconocer su presencia en nuestra vida.
Estemos con Él
José Luis, vuestro Párroco