Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Lunes dentro de la Octava de Navidad. Ciclo C
Día 30 de diciembre.
Lecturas: Lc 2, 36-40.
Nos ponemos un poco en situación: Jesús es presentado en el templo por sus padres, y allí dos personas, Simeon y Ana le reconocen y admiran.
Ana es una persona mayor, estéril y viuda. Una persona de segunda categoría para el mundo judío de aquel tiempo.
Justamente, a ella se revela Dios: no a los prepotentes y entendidos, sino a una persona sencilla, desvalida. Y está persona, busca a Dios.
Hoy podemos contemplar así a Jesús: Dios se da a conocer a los sencillos y humildes. Ver al Niño en Belén es ver a este Dios.
Estemos con Él.