Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Viernes. Feria de Navidad. Ciclo C
Día 3 de enero.
Lecturas: Jn 1, 29-34.
En este texto, yo hoy resaltaría dos detalles: uno se repite, el otro se contrapone.
Juan Bautista repite «yo no le conocía», y a la vez, contrapone que él bautiza con agua, pero el que viene lo hará con Espíritu. A la vez, se presenta como un enviado, no como el centro de nada.
Es decir, hoy Juan revela al Señor como mucho más que él mismo: es el Cordero que quita el pecado, está inmerso en la gente, en la vida, es uno más (no va a ser conocido por su apariencia espectacular, sino que es uno de tantos…), es el hombre de Espíritu, sobre Él se posa, y por último le presenta como el Hijo de Dios. Su bautismo, por ello, será diferente del de Juan.
Hoy podemos leer este texto, y contemplar así a Jesús. También podemos descubrir la grandeza del Bautista: siendo él un gran líder, presenta al que ha dé venir, aunque venga detrás de él.
Estemos con Él.