Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Lunes de la I semana del Tiempo Ordinario (Ciclo C)
Lecturas: Mc 1, 14-20.
Estamos al inicio del Tiempo Ordinario, presentándonos el inicio del ministerio, de la misión de Jesús.
En este inicio, hoy Jesús se nos revela llamándonos a la conversión, y llamándonos también a su seguimiento.
El Señor nos llama al cambio de vida a la vez a seguirle a Él. ¿Qué tendría el Señor cuando estos discípulos lo dejan todo, y le siguen? ¿Qué tiene cuando dos mil años más tarde algunos, o muchos, deseamos que Él sea el centro de nuestra vida, y le deseamos seguir, «sondeando» nuestra forma de ser y de sentir para ser más fieles a su forma de vida?
Hoy Jesús se nos muestra como el centro de la vida, como aquel que nos llama a seguirle, y que puede ser el único que da sentido a nuestra existencia. Hagámosle el centro de nuestro corazón. O pongámosle ahí.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco