Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo de la III semana del Tiempo Ordinario (Ciclo C).
Lecturas: Lc 1, 1-4. 4, 14-21.
Para mí es admirable el nombre de la persona a quien se dirige este Evangelio: Teofilo, amante de Dios.
Me imagino que Lucas se refiere tal vez a una persona concreta, pero también creo que en realidad se dirige a todos aquellos que buscamos, y amamos, a Dios.
Lucas desea de todo corazón que conozcamos aquello de dónde brota la vida.
A la vez, este texto evangélico nos muestra el deseo de Jesús, de Dios, al presentar a partir de las palabras del profeta su propia misión: llevar la libertad, la luz, la vida a aquel que sufra. La misión de Jesús, el deseo del Padre, es siempre llevar vida a todo ser humano.
Contemplemos así al Señor.
José Luis, vuestro Párroco