Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Sábado de la VII semana del Tiempo Ordinario (Ciclo C).
Lecturas: Mc 10, 13-16.
Un Evangelio muy entrañable, pero que para entenderlo en su riqueza, hay que conocer el contexto.
En tiempos de Jesús, hasta que el niño no alcanzaba su madurez no era reconocido como persona. Era una carga y propiedad del padre.
Cuando el Señor se deja acompañar y jugar con los niños, nos muestra como es: un Dios que se acerca, reconoce, ama y bendice a los que «no valen».
Por eso es entrañable: se deja amar y ama, a los más indefensos, y os propone aceptar todo como un regalo, un don del Padre.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco