Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes de la semana III del Tiempo de Cuaresma.
Día 25 de marzo, la Encarnación del Señor.
Lecturas: Lc 1, 26-38.
Un texto y una fiesta realmente entrañables, totalmente cristianos. Digamos que identifican nuestra fé cristiana: creemos y profesamos que el mismo Dios se ha hecho uno como nosotros, respetando nuestra identidad. ¿Con qué fin? Traernos por amor la salvación, la plenitud.
Estamos ante un texto precioso. Os invito a leerlo despacio, imaginar el acontecimiento, ver cómo es el ángel, ver cómo es María, como reacciona…y pedir a Dios ir entrando en e misterio de la Encarnación , en el misterio del amor.
José Luis, vuestro Párroco