Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Sábado de la Semana IV del Tiempo de Cuaresma.
Lecturas: Jn 7, 40-53.
Seguimos con el desarrollo del complot para matar a Jesús.
El Señor Jesús no es indiferente en mitad de su mundo: se nos cuenta como surgen disputas y choques por Él: entre la gente, con los guardias, y en el mismo Sanedrín, o Consejo Supremo Judío. Hasta Nicodemo, miembro del Sanedrín, aristócrata y saduceo, se deja interpelar por Jesús, y se opone a la condena.
Hoy nos podemos plantear en esta situación: y yo, ¿me dejó interpelar por el Maestro? ¿En qué situación me pongo ante Jesús?
En silencio, estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco