Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes Santo. Ciclo C.
Lecturas: Jn 13, 31-33.36-38.
Un pasaje con gran dramatismo o con gran carga de sentimientos.
Jesús hoy se nos revela en esta antesala de la Pasión con unas fuertes vivencias.
Se angustia, o se «turba su espíritu», porque intuye que uno de los suyos, de sus cercanos, le va a traicionar. El engaño de un amigo siempre duele más. Sin embargo le respeta.
Jesús también aparece hoy «amando». Uno de los discípulos es «aquel a quien tanto ama»; tan cercano es con él, que le deja que se eche sobre Él mismo.
Por último, nos hace ver que bien nos conoce: sabe cómo es Pedro, y sabe muy bien que no va a aguantar la tensión y angustia que va a venir, por eso le predice su negación.
Hoy Jesús se nos da a conocer como quien nos conoce, nos respeta, y, a pesar de nuestras traiciones, nos sigue amando.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco