Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves Santo en la Cena del Señor.
Lecturas: Jn 13, 1- 15.
Un Evangelio impresionante, para leer , releer, y contemplar. En silencio, admirar. No hay una sola frase que no contenga vida
Podemos ir despacio leyendo este mensaje, y fijarnos en cada una de las frases: …»habiendo amado a los suyos…», «…sabía que había venido de Dios, y a Él volvía…», «…se levanta y toma una palangana y una jarra…»»… Comprendéis lo que he hecho…»
Es para visualizar y escuchar. Y admirar al Maestro: como se mueve, que hace, que dice…
Aunque todo esté pasaje evangélico posee un tremendo mensaje, además, yo hoy me fijaría en la última parte:»…me llamáis el Maestro y el Seño…» Efectivamente, Él es el Señor…¿seremos capaces de admirarle para ir siendo como Él?
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco