Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo V de Pascua.
Lecturas: Jn 13, 32-35.
Nos introducimos en uno de los centros de nuestra fé: el sentimiento central del Maestro, y su deseo para nosotros: vivir ese sentimiento.
Hoy hay muy pocas palabras para invitarnos o motivarnos a contemplar este texto, basta con leerlo despacio para descubrir un día más como es el Dios que se hace uno como nosotros en Jesús.
Hoy se revela como el Dios del amor. Un amor que da vida y que nos invita a vivir como Él, amando.
Jesús es amor encarnado que nos desea descubrir y vivir ese amor. Hoy tendríamos que leer despacio este Evangelio, visualizar al Señor hablando a sus discípulos, y dejarnos empapar por sus palabras.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco