Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes de la V semana de Pascua.
Lecturas: Jn 14, 27-31.
Seguimos avanzando en la sobremesa de la cena del Señor. Una sobremesa para ir leyendo despacio, de forma contemplativa e ir descubriendo los sentimientos más íntimos de Jesús.
Hoy se revela deseando la paz. La paz bíblica que es mucho más que la ausencia de guerra o de agresividad: es la armonía con uno mismo, con los demás, con la creación, con Dios. El Señor siempre desea la paz. Pero la desea no como el mundo, sino de forma plena.
También se nos da a conocer deseándonos el «no temáis»; el Señor Jesús siempre nos libra de todo temor, siempre trae la salvación.
Por último vuelve a revelar su plena comunión con el Padre, siempre más que todo, más que «el príncipe de este mundo». El Señor Jesús, Dios, por encima de todas las cosas.
Admiremos al Señor. Y estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco