Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo VI de Pascua.
Lecturas: Jn 14, 23-29.
Es sorprendente la comunión que revela el texto entre Jesús y el Padre: la Palabra de Jesús es la Palabra del Padre.
Pero también va dejando descubrir a Aquel que va a enviar el Padre, y que va a continuar la misión de Jesús, el Espíritu. Muestra este Evangelio esa comunión entre los tres.
Hoy podemos descubrir esa gran comunión. Y a la vez, también descubrir el fuerte deseo del Señor dandonos la paz.
Un deseo con el que nos invita a «no temer», a confiar que Dios va a hacer posible que todo aquello que nos da vida sea posible, porque Él es el Dios de la vida.
Hoy podemos descubrir esa Dios comunidad, comunión que da vida y paz.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco