Para leer el Evangelio: sábado 7 junio 2025

Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.

Sábado de la semana VII de Pascua.
Lecturas: Jn 21, 20-25.

Hay hoy dos aspectos de este Evangelio que me gustaría considerar, aunque hay otros mensajes.

En primer lugar, cuando el Evangelista indica algo del otro discípulo, él mismo: es el discípulo amado, el que tiene tanta confianza con Jesús que se recuesta sobre el mismo pecho del Maestro. Está relación de amor y confianza la desea el Señor para todos y cada uno de nosotros. Cada uno somos «el discípulo amado».

Por otro lado, vuelve a mostrarnos esa gran intimidad y confianza: ese discípulo ha escrito su experiencia, y la comparte con muchos más que a partir de ella vamos a tener la nuestra.

Hoy ante este Evangelio, podemos contemplar así al Maestro: nuestro buen Señor que nos llama a cada uno a tener una fuerte experiencia de confianza con Él.

Señor Jesús, me pides que te siga y que no me preocupe por lo que otros hagan o dejen de hacer. Ayúdame a enfocarme en mi relación contigo y a seguir tus pasos, sin compararme con los demás.

Ayúdame a confiar en tu plan y a seguir tus pasos, incluso cuando no entienda lo que está sucediendo. Ayúdame a vivir de acuerdo a tu palabra y a profundizar en mi fé.

Señor Jesús, creo que tus palabras son vida eterna. Ayúdame a profundizar en mi fe y a vivir de acuerdo a tus enseñanzas. Amén.

José Luis, vuestro Párroco