Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves de la semana X del Tiempo Ordinario (Ciclo C).
Jueves después de Pentecostés: Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote.
Lecturas: Jn 17, 1-2. 9.14-26.
Un texto largo y lleno de una gran intensidad de sentimientos.
Jesús muestra su cura,on en esta oración que Él hace al Padre por los discípulos de ese momento, y por los que llegaremos más tarde.
Leyendo despacio este texto podemos descubrir un día más como es el Señor. Se dirige con gran confianza al Padre en «este’ momento: la hora ha llegado, la hora de la entrega radical, hasta la muerte. Se percibe esa unión admirable entre Él y el Padre.
Después ora y pide por los discípulos, los de entonces, y los de después. Pide que seamos protegidos o guardados, santificados, unidos con Dios y entre nosotros. Pide también que nos sintamos amados, unidos, acompañados por Él. En definitiva que sintamos su intenso amor, para así saber amar y tener vida, la vida que brota de Él.
Estemos con Él..
José Luis, vuestro Párroco