Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Sábado de la semana X del Tiempo Ordinario (Ciclo C).
Lecturas: Mt 5, 33-37.
Tengo la impresión de que este texto tan breve presenta una actitud fundamental del Señor Jesús: su amor a la verdad.
Para nuestro Maestro no vale poner testigos, ni poner en medio a nadie. Simplemente se trata de vivir y mantener la verdad.
A vez se encuentra un fuerte reconocimiento de respeto al Padre, al Misterio: jurar es poner por testigo al mismo Dios. Por veneración y por delicadeza al Padre, dejémosle por encima de nuestras vidas, no utilicemos a Dios. Venerar y respetar, reconocer y amar.
Hoy podemos contemplar así a Jesús: amante de la verdad que venera el Misterio de Dios.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco