Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Sábado de la semana XII del Tiempo Ordinario (Ciclo C).
Lecturas: Mt 8, 5 -17.
Estamos ante un Evangelio para visualizar y contemplar. «Ver» y asistir al encuentro de Jesús con este hombre, el centurión.
Me gustaría, además, quedarme en la expresión del centurión que tantas veces repetimos en la misa: «no soy digno».
¿Quién de nosotros es digno de acoger y dejar que el Señor «se meta» en nuestra casa, en nuestra vida? Somos frágiles, y débiles…a veces hasta mezquinos.
Pero hoy Jesús se nos revela como Aquel que nos escucha, nos acoge, nos entiende, nos significa… Nos hace hijos de Dios.
Podemos hoy leer despacio este texto evangélico, llevarlo a la cabeza y al corazón, y descubrir un día más a este Jesús que nos redone, nos salva, y nos hace hijos, como Él.
Estemos con El.
José Luis, vuestro Párroco