Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves de la semana XIII del Tiempo Ordinario (Ciclo C).
Día 3 de julio, Santo Tomás Apóstol.
Lecturas: Jn 20, 24-29.
En el encuentro con Tomás podemos hoy encontrar como se nos revela Jesús.
En primer lugar, el Señor se manifiesta inserto en la comunidad. Es en mitad del grupo apostólico donde Jesús se hace presente.
Se dirige a Tomás: sabe muy bien que piensa y opina. Y se muestra quien es: el Resucitado es el Crucificado. Tiene sentido su entrega total, hasta la muerte, su vida como servicio y donación de si, ya que el Padre garantiza la vida.
Y por último, invita a Tomás y a nosotros, a creer y confiar.
Hoy ante este texto evangélico, podemos así contemplar al Maestro: presente en la comunidad, recordándonos que el entregado hasta la muerte está vivo, y que nos invita a creer y confiar.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco